He tenido la oportunidad y el placer de participar en las jornadas de esta maravillosa convivencia de personas trans y sus familias del 5 al 8 de Diciembre y me gustaría regalarles este artículo al Colectivo LGTBI Algarabía de Tenerife y a la Asociación de Familias de Menores TransexualesChrysallis Canarias .
Cuando dos personas tan valiosas y bellas como Charlie y Eva se juntan con otras personas a las que les brilla el alma ayudando a los demás solo puede salir una convivencia tan inolvidable como lo fue ésta y mi forma de agradecerselo a la organización, los colaboradores y las familias es así…
Cuando pensamos en lo que deseamos ser o en lo qué deseamos que sean las personas que queremos, todes coincidimos en algo, queremos que sean FELICES.
Las personas trans y nuestras familias queremos que nos dejen de juzgar por ser diferentes, queremos que nos respeten y que solo nos dejen vivir en libertad y con dignididad, queremos que comprendan que somos auténticxs y que esto es lo normal, LO NORMAL ES LA DIVERSIDAD.
Por eso creo firmemente que acudieron tantas familias, eramos más de 100 personas cuando nos reunimos todes y es cierto que cuando comenzó la convivencia se respiraba algo de incertidumbre y timidez entre los/as padres/madres pero cuando llegó la hora de la cena y nos unimos toda duda desapareció, habíamos decidido correctamente compartir esos días juntes, porque no solo les hacía falta a las personitas pequeñas unirse entre iguales si no a los mayores también desahogar, desconectar y charlar del día a día. Los sentimientos estaban a flor de piel y tanto los ponentes como los organizadores hicieron que todo el mundo se sintiera muy cómodo, se aprendieron conceptos, se debatieron ideas, se construyeron caminos para un mundo mejor y se trabajaron realidades puntuales de las familias pero sobre todo se fortaleció la unión entre todes para seguir luchando por la plena igualdad.
Por eso yo quería compartir con ellos/as/es el secreto de la felicidad, por lo menos el que yo tengo, con mi charla “Y Trans Feliz”. Primero hablé con lxs adolescentes, les conté mi historia y les hice entender que estaban a tiempo de conseguir todo lo que se propusieran pero que no dejaran que los baches del camino o las barreras que encontraran les hicieran rendirse porque es importante que entiendan que ser trans es maravilloso y que tienen que potenciar todas sus diferencias para comerse el mundo. También recordar que los hombres trans nos colocamos en donde está el privilegio de este mundo machista y que son ellas, las mujeres trans, las que tienen todo el mérito de seguir empoderandose y las que merecen todo mi respeto y admiración por todo lo que pelean antes, durante y después de su tránsito. Así que mi charla terminó con unas cuantas mujeres saliendo llorando de la sala y yo exclamé: ¡Se suponía que era una charla de felicidad, ya me hundieron la reputación! Jajajaja
Pero es que cuando hablas desde el corazón tocas corazones…
El penúltimo día hablé con padres/madres/ponentes y fue maravilloso…Yo poco a poco me fui desnudando el alma y les conté mis experiencias más intensas y duras, aquellas que me hicieron sacar mi resiliencia y darme cuenta de lo fácil que era ser feliz. Todxs me miraban impactadxs y permanecían escuchando como después de la tormenta yo atraje la calma y como cuando ahora viene una tormenta no me importa y es que todo en esta vida es cuestión de actitud y de trabajo diario. Porque estas palabras solo las entenderán los que hayan estado en la charla pero es un trabajo de repetición todas las mañanas, me visto y me pongo la FELICIDAD. Terminamos entre risas y lágrimas llenándonos de abrazos tras los aplausos.
Yo, me quedo con las palabras que nos dijimos, con las miradas cómplices, con los espacios compartidos sobre todo al finalizar las actividades y caer la noche. Me quedo con el amor que encontré, el que jamás pensé poder recibir en tan poco tiempo… Solo espero familias que recuerden que si ustedes son felices quienes les quieren también lo son y que todo lo que pasa, pasa por algo, así que no perdamos el contacto porque nos conocimos para cuidarnos y para no soltarnos la mano nunca…¡GRACIAS!
