Cuando hablamos del amor romántico siempre suena la palabra Disney por algún lado, nuestras películas favoritas cuando pequeños y pequeñas nos estaban calando mucho más adentro de lo que imaginabamos…

Yo ayer, tuve la oportunidad de ver “La Bella y La Bestia”, la versión real que se acaba de estrenar y más allá de que me encantó, provocó en mí mil reflexiones, porque si bien es cierto que se podría llamar “La fea y el bestia”, “El bello y la bestia” o mil versiones más mucho menos patriarcales, heteronormativas y algo más feministas, a veces pienso que queremos “rizar el rizo” y que así realizada tal cual está ya muestras cosas muy buenas…

Por ejemplo, Bella es una chica inteligente, curiosa, valiente, con las ideas claras pero con la mente abierta, puesto que la bestia no se lo pone fácil para comprenderlo y aprender a quererlo pero al final así lo siente…Y no, la bestia no sigue siendo bestia durante toda la película por mucho que siga cubierto de pelos porque desde el momento en que bella le muestra un poco de cariño, él deja de ser el salvaje que estaba acostumbrado a ser…Eso por un lado, ya muestra que el cambio en una persona si quiere, es posible y que bella no lo quiere comportándose mal si no cuando él comienza a ser cariñoso y amable. Es cierto que él posee un poco complejo de salvador, pero también es cierto que eso es común en las películas de Disney, aunque creo que es de las pocas películas en las que al final quién salva a quién es ella a él…(Y no es un spoiler, hablo metafóricamente, que me los conozco)

Otra reflexión, que fue la que más me dolió porque lo vemos a día de hoy, es como se castiga al diferente, a Bella la rechazan y se ríen de ella por serlo, a Bestia lo intentan matar…

Existen algunas personas que sienten absoluto pánico por lo desconocido y prefieren atacar, humillar y hasta incluso utilizar la violencia antes de pararse a informarse, a conocer a la persona que juzgan, a escucharle, no sé, mínimo podrían aprender a respetar aunque no lo entiendan…

Hoy por hoy, continúan pegando a chicos cuando se besan por la calle, riéndose de un niño si es “afeminado”, matando a mujeres por ser transexuales, saliendo a manifestarse e insultar a todas las personas que no sean cisexuales heterosexuales bajo una apariencia de victimismo absolutamente hipócrita defendiendo que los diferentes estamos acabando con la sociedad…

Como en la aldea de Bella, esas personas normalmente tienen un líder que quizás no es mala persona pero si es un auténtico ignorante, (y no lo digo como insulto, yo también soy un ignorante en muchos aspectos, pero intento aprender, esta persona sin embargo se queda en lo que cree) en la película este personaje es Gastón, que los manipula y les hace sentir pavor por la bestia porque es diferente, porque puede asustar su aspecto y les incita a odiarle, a destruirle antes de que pueda pasar lo contrario. Pero… ¿De dónde sacan que la bestia quiere atacar el pueblo?

Son imaginaciones suyas, no saben nada de él, no les ha hecho nada y sin embargo allá van con sus antorchas de fuego y sus prejuicios…

La historia no ha cambiado mucho, en un año en España podemos registrar casi 2000 ataques lgtbfóbicos, lo peor es que esta cifra no es nada fiable, porque la mayoría no llega a denunciar…

Sé que este blog lo leen muchas personas del colectivo, pero me encantaría que lo leyeran personas que se hayan sentido identifcadas con los vecinos de la aldea de Bella para poder preguntarles… ¿Alguna vez se han sentido amenazados/as por ser heterosexual? ¿Alguna vez les han pegado una paliza por imponerles el género que “deben tener”? Mmmm…interesante, quizás por eso no hay orgullo heterosexual, quizás por eso tenemos que seguir visibilizándonos y reivindicando nuestros derechos que no son más que los que ustedes ya tienen…

Así que permitan que les pregunte algo…

¿Por quién realmente debemos sentir miedo, por aquel que es diferente o por aquel que no permite que lo sea?

Les recomiendo ver la película y reflexionar sobre ésto y todo lo que se les ocurra, es muy gratificante…Un abrazo muy grande a todas las bellas y las bestias que me leen.

Yo les confieso, que amo mi diferencia, amo ser bestia en vez de Gastón.

La diversidad enriquece,

el odio solamente mata…